Don Miguel Ruiz en su libro “Los Cuatro Acuerdos” basado en la sabiduría tolteca nos invita a vivir plenamente desde cuatro acuerdos sencillos pero poderosos si los aplicamos a nuestro diario vivir, retando nuestros propios sistemas de creencias que en ocasiones podrían limitarnos sin darnos cuenta. 

Su libro me recuerda una de las frases del emperador romano Marco Aurelio:

“Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad.”

Primer Acuerdo: “Sé impecable con tus palabras”

Las palabras indican nuestras intenciones, nuestras ideas y nuestra forma de ser. Dependiendo de cómo las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán. Con el uso erróneo o inconsciente podríamos perjudicarnos los unos a los otros, hiriéndonos, en lugar de construir relaciones nutritivas. 

Observate, escucha como te refieres a ti mismo en tus pensamientos, no utilices palabras en tu contra o que te minimicen de ninguna manera. Como mi mamá nos recordaba a mis hermanos y a mi en la niñez: ámate!. Eso no quiere decir que vas a ser complaciente con tus errores, significa que serás compasivo contigo mismo cuando cometas errores, aprenderás de ellos y continuaras tu evolución. Cultivando la autocompasión, puedes ser realmente compasivo con los demás.

Segundo Acuerdo: No tomarse nada personal

El mundo no gira a nuestro alrededor. 

En ocasiones nos atrevemos a pensar que leemos el pensamiento de los demás y nos apresuramos a juzgar situaciones o comportamientos sin tener el contexto completo. Todos estamos librando batallas, tenemos dilemas internos, situaciones que resolver. No somos responsables de lo que hagan o digan los demás, pero si asumimos responsabilidad radical sobre nosotros mismos, podemos aplicar la frase de Gandhi: “ Sé el cambio que quieres ver en el mundo.”

Cuando desarrollamos el hábito de no tomarnos nada personal, nos evitamos muchos disgustos en la vida y creamos espacios armoniosos. La confianza que tienes en ti mismo no dependerá de lo que hagan o digan los demás. 

¡Serás realmente libre!

Tercer acuerdo: No hagas suposiciones

Generalmente creemos que lo que suponemos es cierto. En ocasiones nos atrevemos a suponer cómo van a actuar los demás y, si la respuesta no es como la esperábamos, nos sentimos heridos por lo que han hecho o han dejado de hacer. En ocasiones creemos que lo que suponemos es cierto y que las otras personas piensan como nosotros o saben lo que estamos pensando. Creamos acuerdos no verbales sin haber tenido el consentimiento del otro. Eso nos garantiza potenciales conflictos innecesarios.

Se curioso, pregunta, confirma. Debemos asegurarnos de que las cosas queden claras. La comunicación clara mejora los resultados de nuestras relaciones en todos los ámbitos de nuestra vida.

Cuarto acuerdo:“Haz siempre lo máximo que puedas”

Apunta a la excelencia en todo lo que hagas. Para hacer siempre lo máximo posible, debes conocerte bien. Entender que como ser humano tienes necesidades. Cuidaras de tu alimentación, descanso, salud y bienestar en general. Si te excedes agotarás tus energías (burnout). Si ejecutas el mínimo posible desperdiciarás tu potencial y podrías caer en la mediocridad. Aprende a conocerte y buscar el balance según las circunstancias. 

Haz lo máximo que puedas según las circunstancias. 

Expandimos nuestro potencial cuando somos libres de ser quienes somos y nos comprometemos a construir una mejor versión cada día. Teniendo la valentía de retar nuestros propios paradigmas y sistemas de creencias.